El Anfisaurio Oscuro (Dark Grenchler en su versión inglesa, ダークグランチュラー en japonés) es un Anfisaurio que fue poseído por los Oscuros. Solo aparece en los acontecimientos de Metroid Prime 2: Echoes.
Características[]
Biología[]
El Anfisaurio Oscuro es el resultado de la posesión de un Anfisaurio con la Oscurina. Su apariencia no ha cambiado mucho, solo que su color se vuelve mas azulado y negro, y físicamente es mas protuberante. Esta criatura ha aumentado su fuerza física, por lo que las mordidas y las embestidas son mas peligrosas y brutales. Si su enemigo no está en un radio aceptable para sus ataques corporales, pueden recurrir a los rayos energéticos que provienen de su cuerno.
Los Oscuros tienden a poseer criaturas formidables para que sean sirvientes de la Horda. Debido a que el Anfisaurio es una de las criaturas mas poderosas de Éter, se sintieron atraídos a poseer este anfibio. Normalmente no se encuentran muchas de estas criaturas, tal vez por el hecho de que son muy agresivas y la posesión del Anfisaurio pueden fallar. Uno de estos anfisaurios fue poseído por un Guerrero de la Horda que llevaba consigo el Rayo Enganche, transformándolo en el Guardián del Enganche.
Aunque la posesión de este depredador fue todo un éxito, la simbiosis con el parásito no eliminó su punto débil: su parte posterior.
Apariciones[]
Esta criatura solo aparece en los sucesos de Metroid Prime 2: Echoes, en el planeta Éter Oscuro. Al igual que el Anfisaurio normal, el Anfisaurio Oscuro habita en lugares pantanosos, por lo que su hábitat es en las Ciénagas de Torvus Oscuro. Aparecen por primera vez en una habitación llamada Mazmorra. La placa ósea es susceptible a los ataques explosivos, por lo que puede ser destruida con Misiles. Una vez destruida la placa ósea se rebelará su centro nervioso, la cual es vulnerable a cualquier tipo de arma. Debido a su unión con la Oscurina, el Rayo de Luz puede causarle grandes daños, al igual que el Rayo Aniquilador.
Banco de Datos[]
Anfisaurio Oscuro
- La oscurina tiende a poseer depredadores implacables, lo que convierte al anfisaurio en una presa de primer orden. A pesar de las nuevas cualidades adquiridas gracias al proceso parasitario, el anfisaurio poseído sigue teniendo un punto débil: la parte posterior de su placa ósea. Destruir primero esta parte y atacar después el sistema nervioso que queda al descubierto para eliminarlo.
Galería[]