El Diario de Samus Aran (Journal of Samus Aran en las versiones inglesas) es, como su nombre lo dice, un diario en el que Samus relata los sucesos ocurridos al comienzo de Metroid Fusion. Aparece en el manual de este juego.
Extracto del Diario de Samus Aran[]
SR388. Un repugnante planeta, hogar de los Metroides. Después de tantos años, las criaturas que seguían poblando el planeta parecían seguir intentando adoptar la jerarquía natural, donde los Metroides no serían ya los principales predadores.
La Federación encargó a los Laboratorios Espaciales Biometrox la observación de la reestructuración del ecosistema. Y, por la experiencia que tenía en SR388, el gobernador de la Federación encargado de este sector me contrató para proteger las expediciones realizadas sobre la superficie de SR388. Así que me encontré de nuevo sobre esa maldita roca.
La recolección de muestras en el planeta estaba yendo sobre ruedas cuando entré en contacto con un organismo que no había visto antes.
El organismo era una forma de vida parasitaria desconocida hasta el momento, a la cual los investigadores llamaron "X". Sin prestarle demasiada atención, subí a mi nave y me dirigí al siguiente punto de recolección. De repente mi cuerpo se quedó rígido y perdí el conocimiento. La nave comenzó a desviarse de la órbita del planeta hacia un cinturón de asteroides.
Afortunadamente la vaina de escape se expulsó antes de que la nave se estrellara. Los inestigadores de la nueva estación espacial en órbita alrededor de SR388 enviaron una lanzadera para recoger la vaina justo después. Durante este tiempo, el X se había multiplicado por todo mi cuerpo, infectando incluso mi traje.
Mi pulso y presión sanguínea descendieron rápidamente y quedé sumida en un coma profundo. El Dispositivo de Simulación Médica me pronosticó un 0,873% de probabilidades de supervivencia. Fui llevada al cuartel general de la Federación Galáctica para recibir un tratamiento médico de urgencia.
El hecho de que mi traje estuviera compuesto por componentes biológicos y de que estuviera tan integrado en mi cuerpo fue lo que empeoró mi estado. Los cirujanos de la Federación no pudieron quitarme el traje mientras seguía inconsciente. La única posibilidad era separar y retirar las partes infectadas de mi traje ajustado a mi cuerpo casi inerte; justo después, enviaron estas partes a la estación de los Laboratorios Espaciales Biometrox para su investigación.
Aunque consiguieron retirar las partes infectadas, la infección del X se extendía rápidamente por mi sistema nervioso, y los invstigadores que estaban controlando mi estado no conocían cura alguna...
Alguien propuso un tratamiento desesperado: crear una vacuna a partir de células metroides. Aparentemente, la Federación había preservado un cultivo de células del último metroid. Los científicos prepararon la vacuna rápidamente y me la administraron de inmediato. Los síntomas de la infección desaparecieron al instante y el parásito X que me invadía murió poco después. Todavía estoy impresionada por la efectividad de la vacuna...
Cuando desperté, los científicos me dijeron que la cría de Metroid me había salvado la vida de nuevo.
Casi al momento en que recuperé el conocimiento, recibimos una llamada de socorro desde la estación de investigación.
"¡Emergencia! ¡Explosión de origen desconocido en la sala de cuarentena!"
Los gritos que salían del comunicador eran tan altos que los pude oir desde la enfermería. Sabía que algo terrible estaba a punto de suceder..., ¡estaba sucediendo ya! Subí a la nave que la Federación me había entregado y envié un mensaje de respuesta:
"Llegando a los Laboratorios Espaciales Biometrox en 10 minutos. ¡Preparad el puerto de atraque!"