Se tiene registro de una tribu Chozo cuyo nombre es desconocido, pero es conocida por su especialización en la astronomía y lo sobrenatural. Ellos fueron los constructores de las instalaciones astronómicas llamadas Cielolab, en Elysia, y siglos más tarde colonizaron Tallon IV.
Historia[]
Construcción de Cielolab[]
1500 años antes del ataque de Norion, esta tribu no identificada de Chozo descubrió el planeta Elysia, y determinaron que el espacio encima de las acumulaciones de nubes era propicio para la construcción de un entramado de habitáculos destinados a la astronomía. Un Chozo llamado Ou-Qua dirigió las labores,[1] y cuando este complejo flotante de ciencia quedó terminado fue nombrado como Cielolab, y su propósito fue estudiar el cosmos para buscar respuestas a "innumerables preguntas".
Pronto, sin embargo, se volvieron conscientes de que las tormentas del planeta los obligaban a dedicar tiempo y recursos en tareas de mantenimiento, lo cual restaba tiempo a sus estudios del universo. Como respuesta, ellos fabricaron a los elysios, una serie de autómatas diseñados para encargarse de las tareas de mantenimiento. El primero de ellos recibió por parte de sus creadores el don de la conciencia de sí mismo, el cual compartió con las futuras generaciones de elysios.
Durante los siguientes 400 años, los Chozo continuaron con sus estudios, y una investigadora descubrió la existencia de un misterioso y remoto planeta gracias a un satélite que se creía perdido. Supo, además, que este planeta también era un ser viviente, pero no fue posible obtener más información. Se considera, además, que esta tribu Chozo fue la que llegó a hacer contacto con la gente de Bryyo que recién empezaba a entrar a una era dorada al hacer despegar sus primeras naves espaciales. Existen razones para hacer esta afirmación, pero la principal de ellas es que ambos planetas, Elysia y Bryyo, son vecinos; además, los Chozo que hicieron contacto con la gente de Bryyo les aconsejaron mantener un equilibrio entre lo moderno y lo antiguo, algo que coincide con las futuras costumbres que esta tribu adoptaría.[2]
Al año 400 desde la creación de los elysios, los Chozo decidieron abandonar el planeta Elysia, y heredaron el complejo científico de Cielolab a estos mismos androides, quedando bajo su cuidado hasta que llegara gente en busca de conocimiento. A su vez, la investigadora Chozo les encomendó la tarea de continuar la búsqueda del aquel planeta desconocido que tanta intriga despertó en los astrónomos. Entonces la tribu dejó Elysia y se mudó a un planeta en otro sistema solar: Tallon IV.[3]
Colonización de Tallon IV[]
Tallon IV es un mundo biodiverso en el que la tribu Chozo procedente de Elysia estableció varias colonias, pero todas construidas con materiales sencillos y aprovechables de la naturaleza, y también ellos decidieron llevar un estilo de vida muy simple, sin ser dependientes de la avanzada tecnología que antes los caracterizaba. Las propias escrituras de los Chozo encontradas en Tallon IV mencionan que los secretos ocultos en el universo se les podía revelar llevando a cabo un sencillo estilo de vida.[4] Posiblemente eran estos secretos lo que los Chozo pretendían descubrir al dedicarse al estudio del cosmos cuando vivieron en Elysia, pero entonces optaron por hacerlo de otra manera, lo cual acabó por llevarlos a Tallon IV.
Por un milenio esta tribu prosperó.[5] El principal de sus asentamientos se edificó en una zona desértica del planeta, usando la piedra como material primario de construcción. La poca tecnología avanzada utilizada fue para construir sistemas de drenaje, sistemas robóticos de seguridad, unidades de incineración de basura, la elaboración de ciertos objetos decorativos o escudos de energía que bloquean caminos. Se sabe que construyeron un horno que posiblemente emplearon para la forja de metales con los que elaborarían todos estos elementos.
Abarcaron también la región polar de Phendrana donde erigieron templos e incluso algunas pequeñas colonias más. En las Cavernas Magmoor, un lugar bajo la superficie del planeta, no hay rastros de asentamiento, posiblemente debido a sus condiciones extremas que varían desde el calor extremo hasta las peligrosas criaturas autóctonas, sin embargo se sabe que múltiples guerreros Chozo entrenaron en este lugar y en su honor se construyó un sepulcro.[6]
La existencia de guerreros en Tallon IV demuestra que esta tribu Chozo, a pesar de haber llevado una vida sencilla, no eran pacíficos del todo; no solo tuvieron santuarios y bustos tallados en honor y representación a los guerreros, también construyeron una cámara de entrenamiento en su principal asentamiento, y de igual manera crearon su propio armamento que, posiblemente, estuviera basado en las armas de otras tribus pero con diferentes funciones más acorde al nexo de esta tribu con la naturaleza. Un ejemplo es el Rayo de Plasma: la versión de Tallon IV dispara torrentes de energía fusionada similares al magma que incineran a sus objetivos, a diferencia del equivalente de otras tribus que tiene un efecto penetrante y es de color verde.
Por otra parte, se sabe que en algún momento de la historia los Luminarios se encontraron con los Chozo. Los Luminarios describen que todas las civilizaciones con las que hicieron contacto ya habían encontrado sus propios hogares y formado vínculos especiales con sus planetas, y esto motivó a los Luminarios en hacer lo mismo, es decir en encontrar un hogar en forma de planeta.[7] Partiendo de este hecho, se puede afirmar que fueron los Chozo de Tallon IV quienes conocieron a los Luminarios cuando estos eran nómadas.
Con el pasar de los años, la armonización de los Chozo con el universo fue estrechándose cada vez más hasta el punto en que desarrollaron el don de la adivinación, una habilidad que les permitió ver el futuro mediante las ondas del agua y el soplo del viento. Muchas de las profecías eran oscuras y la mayoría de ellas no iban a cumplirse, pero de entre todas había una profecía que más temían los Chozo: la llegada de una entidad a la que llamaron el Gusano, y que comenzaría a devorar el planeta hasta descomponerlo. Sin embargo, para el horror de los Chozo, esta profecía terminó haciéndose una realidad.
El Phazon y el abandono del planeta[]
Desde el lejano planeta Phaaze, el mismo mundo que la investigadora Chozo de Elysia había encontrado un milenio atrás, uno de dos leviatánes conocidos abrió un agujero de gusano con destino al planeta Tallon IV. El meteorito tomó por sorpresa a los Chozo y estos no pudieron hacer nada para evitar su colisión sobre la superficie. El impacto tuvo tal potencia que una lluvia de escombros salió disparada hacia el espacio hasta quedar en órbita alrededor del planeta, pero eso no fue lo peor, sino que el meteoro cargaba consigo una sustancia radioactiva a la que ellos llamaron el Gran Veneno, y que pronto comenzó a extenderse alrededor del globo y dentro de su corteza, matando y mutando a cuanta desafortunada criatura entrase en contacto, y contaminando las aguas y los árboles.
Pero lejos de quedarse de brazos cruzados a pesar de los horrores que veían sus ojos, los Chozo pronto comprendieron que ellos eran los únicos capaces de impedir que la corrupción del Phazon siguiese extendiéndose. Para contener la contaminación, los Chozo restantes dedicaron sus esfuerzos en la construcción de un templo con un místico Sello en su centro, un sello potenciado por doce Artefactos Chozo y que posteriormente esparcieron alrededor de todo el planeta en zonas ocultas, previendo así que en un futuro llegaría gente que buscaría los artefactos con fines egoístas. Al mismo tiempo, la contaminación estaba comenzando a corromper incluso a los propios espíritus de los Chozo que fallecían, convirtiéndolos en los Desviados, seres que únicamente seguían el instinto de proteger sus tierras y lugares sagrados de cualquier ser viviente.
A pesar de todos los esfuerzos, el sello no era omnipotente, los Chozo sabían que su poder no era el suficiente como para contener el Phazon para la eternidad, pues este seguiría expandiéndose por los siguientes años aunque de una forma más lenta de lo normal y eventualmente el mismo sello se rompería. Sin embargo gracias a sus profecías sabían que no todo estaba perdido: en una de ellas, llamada Profecía de la Luz, veían una luz que tomaba forma de una mujer, una imagen prevaleciente en medio de toda la oscuridad, persiguiendo a las sombras y purificando lo contaminado. Los Chozo llamaron a esta figura el Enviado y creyeron que era la única esperanza que acabaría con la oscuridad que lentamente asolaba al planeta.
Se sabe que los Chozo abandonarían Tallon IV hacia un destino desconocido poco después de haber terminado de construir el Templo de los Artefactos.[8][9] Pero antes de marcharse se aseguraron de dejar alrededor del planeta sus armas y armaduras que ayudarían al Enviado en su cruzada contra el mal. Este conjunto de armamento, se cree, fue lo que absorbió la entidad llamada Metroid Prime cuando de alguna manera se adentró en la zona de impacto del leviatán, pues es conocido que muchas de sus habilidades son de origen mecánico, y también es sabido que los Piratas Espaciales nunca fueron capaces de llegar al cráter como para que este armamento fuera de origen pirata.
El Sello pudo aguantar la expansión del Phazon por las siguientes cinco décadas hasta que Samus llegó al planeta y eliminó la corrupción del Phazon al matar al Metroid Prime, cumpliéndose así la Profecía de la Luz.
Referencias[]
- ↑ "Archivo ST-413 de la Federación. El busto Chozo representa a Ou-Qua, el arquitecto jefe de la estación." —Busto de Ou-Qua (Metroid Prime 3: Corruption)
- ↑ "A pesar de que los Chozo aconsejaron mantener un equilibrio entre lo moderno y lo antiguo, los Señores de la Ciencia ignoramos sus advertencias." —Datos de Bryyo (Edad del Cisma) (Metroid Prime 3: Corruption)
- ↑ "Durante este tiempo, tuvimos muchos sueños. Fuimos testigos de grandes portentos, hasta encontramos a nuestros constructores en su nuevo planeta." —Datos de Cielolab (hibernación) (Metroid Prime 3: Corruption)
- ↑ "El paso del tiempo ha sido siempre una fuente de fascinación para nosotros; muchos sabios Chozo creen que las verdades del universo se esconden en el continuo flujo del curso del tiempo. [...] Nuestras mentes se encuentran colmadas de extrañas ilusiones y sensaciones inexplicables que dan forma a visiones. Queremos creer que esta creciente habilidad es signo de nuestra próspera armonización con el infinito. Puede que, al fin, los secretos del universo se descubran ante nuestros ojos." —Legado Chozo (armonización) (Metroid Prime)
- ↑ 1500 años antes del ataque de Norion los Chozo construyeron Cielolab. Media década después crearon a los Elysios. 400 años después de su creación, los Chozo abandonaron Elysia. Eso deja un marco de tiempo aproximado de 1000 años hasta la llegada del leviatán a Tallon IV.
- ↑ "El calor de Magmoor fue la prueba para muchos guerreros. Un sepulcro en su honor alberga el Artefacto de la Fuerza." —Artefacto de la Fuerza (Metroid Prime)
- ↑ "En nuestro viaje, conocimos otras especies que poseían una enorme sabiduría, como los N'kren, los Ylla y los Chozo. Todos ellos habían encontrado un mundo en el que vivir en armonía, un hogar." —Crónicas Luminarias (los orígenes) (Metroid Prime 2: Echoes)
- ↑ "Los supervivientes abandonaron el planeta con destino desconocido." —Datos de la Federación (incidente de Tallon IV)
- ↑ "Vimos cómo perecían los constructores, y también cómo los pocos supervivientes huyeron a un lugar desconocido." —Datos de Cielolab (hibernación)